Misión Salud
Uno de cada tres bebés recién nacidos presenta alguna alteración ortopédica. Para que un bebé camine adecuadamente, además de sostenerlo, se le debe llevar con el médico (Ortopedista Pediatra) a tiempo.
Es importante percatarse a tiempo, desde que el niño comienza a caminar, si éste tiene algún problema o tiende a tenerlo después. Un porcentaje muy alto de los niños recién nacidos presentan trastornos ortopédicos.
Cuando un niño que empieza a caminar y se cae mucho o se ve zambo o se le ve el pie plano (sobre todo si es el primer hijo), se escuchan una gran variedad de opiniones diferentes entre sí como, por ejemplo: “no te preocupes, se le va a quitar cuando crezca”; “lo que pasa es que se parece a su papá”; “es que está muy tiernito”; “no importa, se va a componer cuando tenga 2 ó 3 años”.
Diagnóstico temprano
Existen diferentes tipos de patología que se pueden presentar en las etapas más tempranas, por lo que se debe poner énfasis en hacer una exploración temprana. Además de revisar que las manos y pies estén correctos en la forma y número, el pediatra debe revisar las caderas porque existen casos donde el bebé nace con una alteración que antes se le llamaba luxación congénita de caderas y que en la época moderna se pudo comprobar que no todas las caderas nacen luxadas por lo que no se puede llamar “congénita”, ni tampoco “luxación” sino, en la mayoría, de las veces es una displasia del desarrollo.
¿A qué edad debo consultar con el médico ortopedista pediatra?
La edad ideal es al año y medio, o en los niños que iniciaron la deambulación antes del año de edad, a los seis meses de caminar sin necesidad de sostenerse de ningún objeto, ya que mientras más temprana sea la edad de inicio del tratamiento ortopédico, la evolución y el pronóstico será más breves y satisfactorios.